Tonta de mí, que siempre me dio un poco de vergüenza ser yo contigo. Aun así me querías. No sé si mucho o poco. Me acogías y me dabas de comer. Me hacías reír. Y llorar, también me has hecho mucho de llorar.
Y ahora lloro, porque te echo de menos. Porque te he visto en un recuerdo.
La vida, te las ha hecho pasar jodidas. Y así, porqué ya se cansó de jugar contigo, te abandonó.
Yo no quiero abandonar tu pelo rubio, ¡¡queridisimo pelo rubio!! Tu sonrisa ni tus ojos. Tu nariz un tanto puntiaguda. Tu vida ni tu muerte.
Alguien algún día descubrirá porque la vida es tan corta con las mejores personas. Ahora no sé, no sé nada, pero quiero abrazarte. Porque te echo de menos.